Nota Tano (febrero)

La respuesta del porqué el 90% de los jugadores del Cartaginés, que no ganaron un partido en 12 presentaciones la temporada anterior y ahora suman seis victorias en fila, está en la mente.
En un trabajo mental conducido por Javier Delgado.

Ocho futbolistas del Cartaginés que arrasa en el campeonato, fueron estelares en la debacle que empezó con Johnny Chávez, siguió con Odir y terminó con Rolando Villalobos.
El portero Luis Torres.

Los defensas Andrés Sanabria y José Villalobos Chang.

Los mediocampistas Danny Fonseca y Eduardo Valverde y los delanteros, Randall Brenes, Hanzell Arauz y Paolo Jiménez.

Incluso se les puede agregar a Andrés Lezcano e Iván Palioz.

Las tres caras nuevas son los laterales, Carlos Johnson y Esteban Sirias y el mediocampista, Mauricio Castillo. El volante Félix Montoya es titular cuando el equipo va de visita.

De manera que no estamos ante un equipo nuevo, sino el mismo equipo con algunos pocos refuerzos, pero con otra mentalidad. Nos agrada muchísimo hablar del poder de la mente; del poder de la motivación; de la brillante escuela que en ese sentido nos dejó Badú, menospreciada en muchos otros vestuarios, que dan prioridad a lo físico, lo táctico, las horas de práctica, la pizarra y el balón, todo necesario, pero intrascendente si el grupo está bloqueado mentalmente.

Recordemos cómo hace pocos meses, los líderes blanquiazules como Danny, Villalobos, Paolo, el Chiqui, incluso derramaron lágrimas en la grama del Fello Meza, impotentes ante el descalabro y el sinfín de derrotas.

Entonces, lo de Javier Delgado no pasaba por ponerlos a jugar fútbol y a entrenar cuatro veces al día. Se iba a trabajar fuerte en la cancha, pero fuera del rectángulo, cada uno de los jugadores urgía de una recuperación integral que conlleva valores, academia, familia, disciplina, relaciones interpersonales, en síntesis: crecimiento como ser humano, más que crecimiento como futbolista.

En esto, “El sheriff” traía en su equipaje desde Guatemala, una maestría, sacada con honores en un vestuario mucho más hostil, con un entorno mucho más complicado que el que se registra por los alrededores de la venerada Basílica.

Entonces, no es que Cartaginés ahora gana porque Luis Torres adquirió más confianza. El joven portero siempre la ha tenido. Si ahora triunfa y ataja, es porque mentalmente su entrenador lo ha preparado en forma diferente.

Ahí estriba el éxito

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