Claúsula Van Halen

¿Conoces la cláusula Van Halen? 😃

Fue introducida por primera vez por la la banda de rock con el mismo nombre en el Artículo 26 de su su contrato, y consistía en exigir tener un un bol de M&M'S en el backstage, pero con todos los de color marrón retirados. De no cumplirse, podían cancelar el concierto y cobrar igualmente. Años después, develaron la verdad sobre esta exigencia, aparentemente absurda.

Sus escenarios y equipos de luz y sonido eran enormes, mucho más pesados y potentes que los normales, y su apretado calendario de conciertos les impedía revisar exhaustivamente que todo estaba montado a la perfección.

Así que, al llegar, lo primero que hacían era mirar el bol de M&M'S y de un vistazo sabían si habían leído el contrato con atención o no.

Si encontraban alguno de color marrón, ordenaban revisar en profundidad todo el montaje, porque lo más probable es que hubieran incumplido muchas otras cláusulas del contrato, algunas críticas, como la estructura o la capacidad de la instalación eléctrica, que podían poner en riesgo a trabajadores y público. Y les funcionó.

En un concierto en Colorado donde encontraron M&M'S marrones, el escenario se hundió 17 cm en el suelo, destrozando una cancha de baloncesto nueva que se acababa de instalar.

Hoy, llamamos cláusula Van Halen a una cláusula absurda que se introduce en un contrato para confirmar que se ha leído. Una inteligente forma de controlar riesgos y un ejemplo del llamado control por muestreo. Los controles por muestreo se basan en técnicas de probabilidad y estadística para estimar la calidad de un lote a partir de la calidad de unos cuantos elementos del mismo, normalmente elegidos al azar.

Y es que en muchas ocasiones es imposible o económicamente inviable hacer un control de calidad al cien por cien de un producto, por lo que se recurre a #análisis estadísticos para hacerlo.

Pero ¿cómo podemos cuantificar un riesgo en la empresa? Pues puede calcularse multiplicando la probabilidad de que ocurra, del 0 al 100 %, por el impacto que puede producir en una escala de 0 a 1, por ejemplo.

Si clasificas los riesgos en un diagrama de probabilidad/impacto, verás que este cuadrante contiene los riesgos más graves con mayor probabilidad e impacto.

El trabajo de un gestor de riesgos debe centrarse en los dos aspectos del diagrama, reducir la probabilidad de que ocurran y definir planes de contingencia para reducir el daño si finalmente ocurre.

Ejemplos de cisnes negros podrían ser la aparición de la fotografía digital para Kodak o la presentación del iPhone para Nokia.

Ante ellos, es necesario que la empresa sepa reaccionar con rapidez y flexibilidad y para ello hace falta una dirección valiente y disponer de un colchón de liquidez con el que afrontar cambios.

Porque, aunque el buen rock nunca muere, las empresas sí que pueden hacerlo.

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