La sentencia de una especialista

¿Realmente está en nuestras manos prevenir las enfermedades?

Estamos viendo un aumento muy preocupante de las enfermedades crónicas, como la obesidad, la diabetes, el cáncer o las enfermedades cardiovasculares. Cada vez vivimos más tiempo, pero más enfermos y con peor calidad de vida. En parte se debe al giro que hemos dado a nuestros hábitos, pues ahora comemos peor, nos movemos menos y sufrimos más niveles de estrés.

¿Por qué son tan peligrosos?

Porque van minando nuestros órganos y células día a día sin apenas percatarnos. Aunque el cuerpo nos da señales, como cansancio, dolores de cabeza o molestias articulares, no le damos importancia, por lo que no echamos el freno y aceleran las enfermedades y el envejecimiento.

¿Y qué hay de la inflamación?

La respuesta inflamatoria crónica daña las células y los órganos, aumentando patologías como el alzhéimer, la diabetes, la artritis, la alergia, las enfermedades respiratorias o el asma, por citar solo algunas.

¿Debemos desterrar algún alimento?

Hay que limitar los ultraprocesados y los productos azucarados, pero no es aconsejable eliminar los hidratos de carbono, ya que contribuyen al buen funcionamiento del organismo. Lo que sí conviene es que sepamos reconocer qué hidratos son los más saludables y en qué cantidades los necesitamos.

Habla de la importancia del orden de los alimentos. ¿Cuál es el correcto?

Los picos de glucosa se reducen en gran medida tomando primero las verduras, después las proteínas y las grasas y, por último, los carbohidratos. La fruta, siempre mejor entera y de postre y, si tomamos azúcares, que vayan acompañados y nunca solos.

¿Qué error más común cometemos?

El desayuno es la peor hora del día para tomar azúcar y almidón. Deberíamos desayunar salado, a pesar de que ocurre lo contrario, sobre todo en el caso de los niños.